Durante varios años, el fútbol venezolano ha recibido a diversos jugadores que han enaltecido al país. Buscando la gloria en las canchas, estos atletas han representado a Venezuela tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Pero, ¿qué sucede con aquellos que no vemos en el terreno de juego? Esos que ponen un esfuerzo adicional para impulsar el deporte en cualquier rincón del país.
Estas historias se contaron a través de acciones, de esas que logran motivar y, en este caso, fueron unas que impulsaron a las nuevas generaciones de jugadores venezolanos. Esta es la vida y obra de dos pioneros que hicieron historia por su dedicación y pasión al fútbol nacional: Gaetano Luongo y Giuseppe Sanò.
Gaetano Luongo: una vida con el corazón en el Caracas FC
A pocos días del inicio de la Liga de Primera División de Venezuela (Liga Futve), los amantes del fútbol nacional recibieron la triste noticia del fallecimiento de Gaetano Luongo debido a una complicación por COVID-19. El ítalo-venezolano fue reconocido por su larga trayectoria en el Caracas FC como jefe de utilería; además de ser querido por los jugadores por ser un amuleto de buena fortuna en los encuentros.
Periodistas, jugadores y miembros técnico extendieron mensajes de condolencias por redes sociales por la partida física del italo-venezolano; dando el último adiós a una persona que dedicó casi 50 años de su vida al mundo del fútbol.
“Qué pérdida irreparable la de Gaetano. Sinónimo del Caracas y del fútbol venezolano. Un señor. Notable en su trabajo. Tuvimos la oportunidad de compartir con él y solo quedan buenos recuerdos”, escribió el narrador Javier Rivera.
Primeros pasos en el fútbol venezolano
Nació en San Giovanni a Piro (provincia de Salerno) el 4 de abril de 1959. Teniendo a su padre en Venezuela, Gaetano se embarcó en una travesía con su madre y sus hermanos a tierras criollas. En su adolescencia realizó distintos trabajos para apoyar a su familia: desde lustrar zapatos hasta limpiar escaleras.
Intentó jugar fútbol con el Central Madeirense, pero no tuvo suerte. No obstante, su amor por el balón pie era tan fuerte que decidió trabajar en este mundo lejos de la acción en la cancha. Su primer trabajo fue en el Madeirense, laborando en el área de almacén. Años después, empezó a ganar más reconocimiento con otros equipos y, ahora, es recordado por ser el almacenista más exitoso de la Liga FutVe con 12 campeonatos; todos con el Caracas FC.
Giuseppe Sanò: rompiendo barreras a través del fútbol
El emprendedor italo-venezolano, Giuseppe Sanò, falleció en la ciudad de Maracay el pasado mes de abril. La historia de Giuseppe en el fútbol nacional empieza en la década de los 70, cuando le nace la idea de crear un certamen que reuniera a todos los clubes italianos que hicieran vida en Venezuela. Dicho evento se convirtió en una realidad en 1985, cuando la Casa Italia de Maracay recibió la primera edición de los juegos de la Federación Deportiva de Clubes Italo Venezolanos (FEDECIV).
Un pionero de la Casa Italia de Maracay
Giuseppe Sanò nació en 1935 en la localidad de Furci Siculo (provincia de Mesina). Su labor ha sido reconocida tanto en Venezuela como en Italia. En tierras italianas recibió el título de Cavaliere del Lavoro, otorgado por el gobierno italiano tras reconocer la labor y méritos de Sanò. Por otra parte, en Venezuela se le recuerda con cariño por ser uno de los fundadores de la Casa de Italia de Maracay, además de todas sus contribuciones en las áreas culturales, deportivas y gastronómicas.
