Saliendo del concepto tradicional de lo que es un local de comida, un comerciante italo-venezolano se planteó la meta de crear un sitio en común donde se pudiera servir platillos de calidad. En el año 2004, Pasquale Di Gulio Di Gregorio, junto a René Aguilar, Guillermo Gonzalez y Jesús Veroes, dieron vida a lo que sería la primera sucursal de uno de los restaurantes más populares de Venezuela. Este es Cine Cittá
El primer local fue constituido en el 2004 en la Isla de Margarita, específicamente, en el Centro Comercial Sambil, en Pampatar. No obstante, dos años más tarde de su creación, otro comerciante italo-venezolano decidió ser parte de este emprendimiento, donde adquirió varias de sus acciones. Su nombre es Alfredo Marando Falciglia, también reconocido por haber sido propietario de La Mía Casa Electrodomésticos en Ocumare del Tuy, estado Miranda.
Cine Cittá, el negocio de los Falciglia
A mediados del 2007 y 2010, los principales socios: Pasquale, René y Guillermo decidieron vender su capital, dejando a Marando y Veroes como los principales propietarios del establecimiento. En el 2010 Attilio Marando Falciglia (hermano de Alfredo) compra las acciones de Jesús Veroes, dejando a Cine Cittá como un negocio familiar. Ya en el 2012 todo el negocio queda oficialmente en manos de Alfredo.
Una nueva meta por alcanzar
Luego de la separación de los socios y siendo Cine Cittá un negocio familiar, Alfredo tenía en la mira expandir sus operaciones a lo largo de Venezuela, teniendo como uno de sus principales deseos abrir una sede en la ciudad capital.
En el 2015, Marando inaugura oficialmente la segunda sucursal de Cine Cittá, pero esta vez ubicada en el Centro Polo de Bello Monte. Este nuevo local en Caracas enaltece el mismísimo origen de su nombre, es decir, dado que Cinecittà es un estudio de arte cinematográfico en Italia. Por esta razón, esta nueva sucursal fue diseñada para unir lo mejor de la cocina italiana con un ambientación inspirada en el séptimo arte.
Un twist a la versión original
Algo que diferenció este nuevo local, es que no solo abrió sus puertas como un restaurante, también creó el primer bodegón en Caracas. Ahora, ¿qué es un bodegón? Se han vuelto tradicionales en Venezuela, son establecimientos que venden variedades de productos importados como cereales, salsa, pastas, chucherías, entre otros alimentos.
El crecimiento de este local fue inmenso. Tanto así, que además de abrir un bodegón también pudieron confeccionar un supermercado. Crearon el local con el nombre de Supermarket Cine Cittá Prive; tiempo más tarde, inauguraron una farmacia dentro del mismo.
Una cocina que apuesta por la diversidad
Desde su inauguración en el 2015, Cine Cittá intenta diferenciarse de otros locales proponiendo cada año un menú más amplio para sus comensales. Ofrecen una amplia selección de platillos italianos, donde se puede encontrar una gran variedad de postres y helados de su tierra natal; sin contar con una sección adicional de dulces.
Cine Cittá se enorgullece principalmente por su sección de postres, pizzas, pastas y helados. Este local dispone de sabores pocos convencionales cuando hablamos de sus helados, al igual que en su momento hacia la Heladería Coromoto, en Mérida.
“El que más piden es el de pistacho y diariamente sorprendemos a los clientes con helados diferentes como de Red Bull, cerveza, vino, limoncello y macarrón. Combinamos técnicas y diseños para los postres y tortas de cumpleaños”, reseñó la página Bienmesabe.
Platos hechos a la medida
Todo el menú de Cine Cittá fue confeccionado por un chef traído de Italia, que su única misión era perfeccionar una carta gastronómica que satisficiera a todos los paladares. Con el transcurso de los años el restaurante tuvo que adaptarse a nuevos tiempos, entonces, además de ofrecer una variedad de platillos italianos, también se han decantado por otros estilos de cocina. Ahora brindan opciones como sushi, hamburguesas, ceviches y creaciones únicas por el departamento de cocina.
Con respecto a los dulces, el equipo pastelero de Cine Cittá prepara dulces típicos, y otros no tan típicos de Italia. Entre los postres italianos se pueden degustar: tiramisú, panettone, panna cotta, profiteroles, entre otros. En sus creaciones menos tradicionales se pueden apreciar sus aclamadas tortas de zanahoria, cheesecake, brownie, torta de pingüino, volcán de chocolate, torta de dona y oreo.