Kerman Zuccaro es venezolano y, actualmente, a sus 35 años, es un admirable director audiovisual. Estudió ingeniería de sonido, vídeo y fotografía. Nació en Caracas, Venezuela, pero cuenta con una gran cercanía a la cultura italiana.
«Mis familiares provenientes directamente de Italia eran mis abuelos por parte de papá. Los dos ya murieron», asegura. Zuccaro comenta que sus abuelos eran de la provincia de Benevento, en el sur de Italia. Sin embargo, al llegar a Venezuela, «vivieron toda su vida en Valencia, en el estado Carabobo», agrega.
Un vistazo a la infancia de Kerman Zuccaro
Kerman, durante su niñez, no solo estuvo rodeado de la cultura italiana y venezolana, sino también de la cultura española. «Mis abuelos por parte de mamá eran españoles. Entonces, durante la crianza, hubo una mezcla entre la cultura española y la cultura italiana», menciona.
No obstante, asegura: «Una de las cosas que más se me inculcó desde que era chiquito era comer la pasta de la nonna». Kerman Zuccaro recuerda aquella costumbre que tenían:«Cuando viajaba a Valencia muchos de los domingos, siempre era para ir a comer la pasta de la nonna». Esta receta también la preparaba su tía (hermana de su papá). Sin embargo, se fue del país al fallecer su nonna, y esta tradición no se mantuvo más.
«Tengo el corazón dividido en tres partes»
Es lo que ha expresado Kerman luego de explicar lo siguiente: «Me identifico mucho con la cultura venezolana, por supuesto, porque soy venezolano y amo mi país». Asimismo, «me identifico también con la cultura italiana y la española».
Comenta que la cultura venezolana es la que más ha resaltado. Y, pese a que la cultura española siempre estuvo muy presente en la comida, nos comparte el siguiente recuerdo: «Cuando visitaba a mis abuelos en Valencia todos los 31 de diciembre, la mesa estaba compartida entre comida italiana y comida venezolana».
Sus andanzas por Italia
Kerman Zuccaro nos cuenta sobre un viaje a Italia donde conoció ciudades como Roma, Pisa, entre otras. En ese momento, él tenía 20 años y lo que más recuerda son sus pasos por Roma, la última ciudad que visitó. «Me encantó», afirma.
«Europa en general es muy lindo, además muy rico a nivel cultural (…) Pero Italia, específicamente, me encantó». Con respecto a Roma, añade parte de su experiencia: «Me pareció un poco desordenado y un poco similar a lo que es la ‘Caracas caótica’».
Es decir, en cuanto a «la basura en las calles, mucho tráfico, la gente no respetando los semáforos o las leyes de tránsito». Aun así, «tiene una magia increíble y es espectacular. La gente también lo es: como sienten a su país y cómo sienten su cultura es muy bonito», concluye.
Sobre Benevento…
Pese a que Kerman no ha tenido la oportunidad de visitar el pueblo de donde provienen sus nonnos, ha escuchado que es muy pequeño. Allí «todo el mundo es muy familiar y todo el mundo se conoce». «De hecho, muchos de los abuelos de algunas personas que he conocido acá, que también son italianos y son de esa provincia, pues resulta que saben cuál es el pueblo de mis nonnos».
A pesar de ello, casi no existen anécdotas sobre sus nonnos en su pueblo natal. Zuccaro comenta que «vinieron muy jóvenes, por la guerra. Yo creo que ni ellos mismos tienen tantas anécdotas o quizá no las recuerdan».
La cercanía de Kerman Zuccaro con la italianidad
A Zuccaro no solo le gusta la comida y toda la cultura gastronómica italiana -que «es divina, tiene tanta historia y tantas cosas positivas», afirma-. Sino también lo mucho que «ellos sienten a su país, su cultura, su historia. Eso es algo bonito de ellos y que me llama la atención».
Por otro lado, si bien ya no serían directamente sus abuelos las personas que vinieron de Italia, Kerman sí seguiría hablándole a sus futuros hijos sobre la cultura italiana. Pero resalta algo importante: Lo haría «sin ser exagerado y sin llevar las cosas al extremo». Ya que «algunas veces hay personas que, siendo venezolanos y viviendo aquí, creen que son nacidos en Italia».
Una reflexión para culminar…
A los venezolanos con ascendencia italiana, «les diría que, por un lado, siempre es bonito saber el origen de nuestros familiares, de dónde viene uno, porque de alguna u otra manera, tenemos esto en la sangre también», menciona Zuccaro.
«Creo que lo más bonito es querer el lugar donde naciste, querer tus raíces, (…) y por supuesto, querer las raíces de tus abuelos o de tus papás, si nacieron en Italia». Sin embargo, Kerman explica que no hay razón para dirigirse al extremo de menospreciar el país natal, en este caso, Venezuela. «Creo más en la unión de ambas culturas», concluye así, el reconocido director venezolano, Kerman Zuccaro.
